FRUTO QUE ESTIMULA LOS SENTIDOS

Enseñar el arte de cocinar es como enseñar el arte de amar, los alumnos primero deberán aprender a apreciar todas las indicaciones y señales que puedan hacer el/la amante. Disculpen los colores, frescura, brillo, ebullición o evaporación de las pasiones de cada alimento y así descubrir cuando es el momento oportuno para cada paso y uso.

Otro punto, el saber respetar los tiempos, no se puede apurar una carne al horno ni un buen guiso, tampoco deberíamos machacar o tirar bruscamente, deberíamos aprender a oír los diferentes sonidos que también nos indican el usos de los tiempos. También  tendremos que experimentar el olfato para descubrir las diferentes delicias o cambios de estado, al igual que deberíamos reconocer los distintos sabores en las comidas, así como ya conocemos el mapa de la piel que nos provoca distintos placeres.

Hay una conexión inevitable entre la buena comida y el amor, nada más y nada menos en el amor y la pasión excitan nuestros sentidos como ningún otro estimulo en la tierra. Un buen plato estimula los sentidos del olfato, el paladar, la vista, el tacto y si se le complementa con un poco de música además de luces tenues, seria una presentación adecuada y una excelente introducción a una velada. Divertirse en la cocina preparando con intensidad, las caricias y los roces corporales aumentan y los sentidos llegan a estar a flor de piel.

Muchas veces me encontrado pregonando los sentidos en la cocina, a mis ayudantes les he tratado de enseñar a adquirir memoria visual, auditiva, olfativa, táctil y de sabor, aplicándolas todas vamos a poder desarrollar el sexto sentido que les permitiría unificarlas y utilizarlas en situaciones futuras.

Estimular el sentido del tacto es muy importante para una buena combinación fundamental en la cocina. Es un buen ejercicio el tomar diferentes elementos comestibles y analizarlos al tacto, experimentar sus formas y texturas, sus distintas temperaturas y cambios.

Es muy importante en toda comida que busque estimular los sentidos, que se encuentren elementos que puedan permitir ser tomados con las manos para aumentar el placer; un órgano a veces no reconocido para el tacto es precisamente la lengua, con ella también podemos tomar contacto con la comida.

Podemos enseñar el producto, podemos enseñar la técnica, podemos enseñar a combinar texturas, jugar con dimensiones, alternar colores, etc, etc, etc. Pero cuando te dicen no, eso no me gusta, no lo pruebo y si tu gracia no va ligada a la estrategia a tu futuro no le deparará seguir en los fogones, no deberías sentir angustia al contrario cocinero virtual serás, y llegaras a conocer cada ambiente y podrás llegar lejos, aunque no sabremos a dónde.