Que es el Serivico?

Reseña por Alejandra Oliveras:

Todo buen explorador (da igual si profesional o aficionado) de las junglas de olores, laberintos de texturas y sabores que comprenden la gastronomía moderna siempre ansía una cosa: el próximo restaurante. Y al final de cada aventura siempre surgen en las recopilaciones de los gastronautas dos constantes universales: la comida y el servicio.

La primera -por ahora- se la dejo a los expertos que ocupan espacios en “Prime-Time” viajando el mundo y comiendo ojos de grillo e hígados de lombriz,así iluminando (o aterrorizando) nuestros paladares infantiles. Ahora, la segunda… la segunda me gustaría analizarla con más detenimiento.

La palabra “servicio” proviene del latín servitĭum y el diccionario la define como “acción y efecto de servir”.  “Servir”, a su vez, proviene del latín servīre y ésta cuenta entre sus múltiples definiciones con la siguiente explicación: “asistir a la mesa trayendo o repartiendo los alimentos o las bebidas.”

La realidad es que todo profesional del frente de la casa encontrará esta definición vacía, incompleta.  Será factual en cuanto a su significado como vocablo, pero ése no es el tipo de servicio que te hace regresar a un restaurante cuya comida no te satisfizo, o no llenó tus expectativas.  Eso no se consigue con simplemente “repartir los alimentos o las bebidas”.

Aquí es que hay que establecer la diferencia entre un coge-órdenes y un mesero. Un coge-órdenes es una pequeña Robotina® de carne y hueso que se atiene a cumplir con lo que pide el comensal, cuando lo pide y nada más.  Un mesero, sin embargo, es anfitrión, comediante, psicólogo y clarividente. Me explico: si eres primerizo, se encarga de ser lo suficientemente cálido sin ser invasivo para que te sientas como en casa, y si eres reincidente, se ocupa de saludarte con tu nombre, recordar tu trago favorito o dónde te sentaste la última vez. Se asegura de arrancarte por lo menos una sonrisa o preferiblemente varias carcajadas durante la velada. Observa tu lenguaje corporal para determinar si deseas conversar o si prefieres silencio y actúa de acuerdo a lo que necesitas para estar más a gusto.  Y como si esto fuera poco, además adivina qué es lo que quieres comer o tomar si no estás seguro, llena tu copa de agua antes de que sepas que tienes sed, y al final de la noche lo único que tuviste que pedir fue la cuenta (lo más probable en contra de tu voluntad).  Un mesero de verdad se encarga de que estés deseando regresar antes de haber salido sin ni siquiera tomar la comida en cuenta.

El DRAE definirá “servicio”, pero “buen servicio” solamente lo pueden definir un excelente mesero y las sonrisas de los gastronautas durante el camino de vuelta a casa.

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