Por Yanna Muriel:
El departamento de la comida, una empresa que se ha encargado de entregar cosechas orgánicas y surtidos en el área metro, nos ha demostrado que ya existe un flujo constante de productos orgánicos disponibles para el mercado. Sin embargo, los restaurantes aun no han aprovechado esta oportunidad. Se trata de aumentar la calidad nutritiva y saborizante de los platos ofrecidos por las artes culinarias del país.
Hoy, los chefs pueden visitar fincas eco-orgánicas para estudiar la calidad de vegetales, frutas y especias listos para cocinar. Hasta podrían pedir que se les cultive un producto o variedad de su antojo. El recorrido por las tierras agro-ecológicas les permitirán tener mas control y autoridad para hablar del menú que ofrece su restaurante. ¿Alguna vez has preguntado de donde proviene los gandules que pediste?
Gracias al movimiento eco-orgánico, la mayoría de los ingredientes necesitados se pueden conseguir en la isla; desde la zanahoria y arugula hasta la papa y cebolla. Una vez que se consiguen en la localidad de la isla su frescura es garantizada. En el supermercado vemos mucho de lo mismo y nada de estos productos orgánicos. Por lo tanto, el chef se ha tenido que conformar con un producto importado de pobre calidad. Algunos ejemplos son el ajo que viene desde la China o el mezclun desde California. Cada cien millas recorridas por nuestra comida, pierde vitalidad, nutrientes y sabor. Miremos por ejemplo a los europeos quienes siempre han favorecido la buena comida y no la gran cantidad de esta. En Europa se reconoce la conexión entre la calidad del producto y la atención especial que pone el agricultor a sus cultivos. Son los agricultores de pequeña escala los que alimentan la mayor parte de la población europea. Y en Puerto Rico vemos lo mismo, muchas fincas pequeñas de agricultura eco-orgánica respondiendo a un mercado en crecimiento.
Ademas de la calidad, agricultores ofrecen variedades ausentes en los supermercados. La agricultura eco-orgánica depende de la diversidad para subsistir. Es por esta razón, que los chefs pueden apreciar una zanahoria violeta, un pepinillo con sabor a limón y otras variedades de productos que aumentan la estética y el sabor de cada plato elaborado.
En fin, no se puede ignorar el efecto positivo que tendrían los restaurantes al escoger esta alternativa agro-ecológica sobre la economía local. Todas las fincas eco-orgánicas son administradas por una pequeña familia que activamente está mejorando su comunidad. Un producto de alta calidad, sin tóxicos nocivos al ser humano es igual a una comunidad libre de contaminación. Mientras más ingredientes locales y orgánicos presentes en las cocinas de restaurantes puertorriqueños, más salud, calidad y sabor sentiremos en el paladar.
Fuentes:
Coleman, Eliot. The New Organic Grower: A Master’s Manual of Tools and Techniques for the Home and Market Gardener. Vermont: Chelsea Green Publishing Company, 1995.
Para más información:
Organización Boricuá de Agricultura Eco-Orgánica
organización.boricua@gmail.com
787-814-0053